Por qué no debes dejar las persianas subidas cuando hace viento

Por qué no debes dejar las persianas subidas cuando hace viento

¿Sabías que hay que tener especial cuidado con las persianas cuando hace viento? Pues lo cierto es que sí, ya que esas corrientes de aire pueden suponer un problema grave para ellas, te por qué no debes dejar las persianas subidas cuando hace viento a continuación.

¿Qué hacer con las persianas cuando hace viento?

Lo primero de todo será determinar la intensidad del viento. Una cosa es que, sencillamente, este sople a una velocidad moderada. En casos así, cualquier acción con las persianas (siempre y cuando estén estas bien instaladas) no tiene influencia alguna.

Por lo tanto, en aquellos días en los que el aire está en movimiento a una velocidad, digamos, normal, no tienes que preocuparte de nada. Puedes tener tus persianas como prefieras y, si estas son de calidad, no sufrirán lo más mínimo.

Ahora bien, hemos visto que en España, cada vez más, se están intensificando los temporales, o las ciclogénesis explosivas. Un tiempo tan convulso sí que puede exigir que tomemos otro tipo de precauciones, ya que de lo contrario corremos el riesgo de poner en peligro nuestra casa.

Uno de esos elementos que pueden verse más dañados en los temporales son las ventanas. Algo obvio, por otro lado, puesto que, instaladas en las fachadas de las casas, son las que van a recibir directamente el impacto del viento y de lo que este arrastre.

Además, si vives en una zona en la que los temporales son comunes y si estás a una altura suficiente o en un espacio urbano en el que los otros edificios no pueden cubrirte de la parte más agresiva de dicho temporal, es cuando más riesgo puedes correr.

Ahora bien, ¿por qué debes bajar las persianas ante los temporales?

Protege correctamente tu casa

Pues el motivo no es otro que el de salvaguardar en lo máximo posible los cristales que tengas en tus ventanas. Piensa que en los temporales o en los días en los que el viento sopla con más fuerza, no resulta extraño que este arrastre objetos. Y estos pueden impactar contra tu ventana.

Obviamente, los cristales (sobre todo los de cierta calidad o consistencia) tienen cuerpo suficiente como para que los embistes de los objetos arrastrados por el viento no los rompan, pero nunca se sabe. También es cierto que, dependiendo de la fuerza, el desastre puede ser mayor.

Sin embargo, si persianas alicantinas bajadas te aseguras de que, en caso de que algo golpee tu ventana, primero lo haga contra la persiana, y no contra la ventana, de forma que el cristal se proteja. Además, esta la puedes arreglar fácilmente cambiando los accesorios.

Es cierto que este caso es el escenario menos probable, pero eso no significa que no pase nunca. De hecho, todos los distribuidores suelen asumir esta recomendación, y muchos hogares la llevan a cabo de motu proprio.

Además, no es algo que te vaya a costar seguir o que te suponga ningún esfuerzo. Piensa que días así, a lo largo del año, son lo que menos. Y con una buena iluminación que tengas en casa será más que suficiente para poder hacer vida normal y seguir con todo igual en tu día a día.

En caso de que tú no estés en casa y no puedas hacerlo, siempre puedes pedirle a alguien que tenga una llave de repuesto que se acerque a bajar las persianas. Piensa que será lo más recomendable. ¿El motivo? Que el destrozo puede ser importante.

Temporales así no solo van acompañados de fuertes rachas de viento, también de lluvias en muchos casos. Si el cristal de tu ventana se rompe y no están las persianas bajadas, es probable que la lluvia entre en tu hogar a raudales, lo que puede encharcarlo todo, estropear tus cosas y mojar mucho el suelo.

Otra opción, incluso, es que la ventana reviente y que el viento termine por estropear directamente tu persiana, haciendo que esta bata contra sus límites y acabe rompiéndose.

Es decir, se puede producir una situación realmente desagradable. Como ves, este es un nuevo caso de esos en los que prevenir es mucho mejor que curar, ¿no te parece?

Líbrate también de ruidos molestos

Hay otro motivo por el que te será útil bajar las persianas. A veces las ventanas no están selladas correctamente, y el aire y el viento consiguen filtrarse por pequeñas rendijas. La mayor parte del año esto es algo prácticamente imperceptible, pero en esos momentos en los que se viva un temporal más intenso, puede ser muy molesto.

Y es que el aire se introduce en tu casa provocando típicos silbidos. Esto puede ser muy molesto, peor también tiene una fácil solución, basta con que bajes las persianas para crear una barrera protectora que aísle ese sonido, será mucho más cómodo para ti.

Como ves, el viento de extrema intensidad puede ocasiones problemas graves o, también, pequeñas molestias en tu hogar. Si te quieres librar de este tipo de incómodas situaciones, la solución está al alcance de tu mano. Nosotros, como especialistas en persianas, no dudamos en recomendarte esto. Además, también te servirán para protegerte del calor.

¿Qué hacer cuando el viento se vuelve demasiado molesto?

Si volvemos a este último caso, ¿qué puedes hacer si, incluso con la persiana bajada, sigue filtrándose un molesto viento? Pues habría algunas opciones útiles:

  • Puedes cambiar las ventanas. Para elegir un modelo mejor que esté perfectamente acoplado a la pared y que no deje pasar nada de viento. Más que un gasto será una inversión, ya que también ahorrarás en calefacción al mantener el calor en tu casa.
  • Puedes sellar los bordes con una masilla. De esta manera, el aire no entrará. De hecho, si no te ves con la habilidad suficiente para hacerlo, basta que pongas un trapo viejo en esas partes. De esta manera, bloquearás el viento que trata de acceder a tu vivienda.

En definitiva, ahora ya sabes por qué tienes que subir las persianas cuando hace viento. Como ves, se trata de un sencillo gesto que puede hacer mucho por tu casa. Y, si quieres unas persianas de excelente calidad, no lo pienses más, basta con que entres en contacto con nosotros. Te asesoraremos en todo momento.

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